QUIERO EMPEZAR A ESCRIBIR
- elcampodelasletras
- 25 ago 2022
- 3 Min. de lectura
Mal asunto, amigos. Si en algún momento decidís que es hora de poneros delante del abismo blanco de una pantalla de ordenador o de un folio inmaculado, he de comentaros que habéis comenzado un viaje imprevisible.

Las emociones son como las montañas rusas en plena aceleración, a veces llegan como un torrente, otras a cuenta gotas y en ocasiones son como el martillo del dios Thor. Pero todas ellas van a formar parte del camino del juntaletras —permitidme esta licencia para adjetivar al que escribe—, porque llegar a ser escritor es harto complicado.

Que tienes grandes conocimientos de gramática y eres un gran lector: enhorabuena, ya vislumbras las dificultades de este sendero entre millones de tapas encuadernadas y trillones de hojas color papiro amontonadas en las bibliotecas y librerías que por ahora no son capaces de quemar los necios. A partir de ese momento vas a ver lo extraño que es poner la primera frase...

Hay entre la comunidad infinita —tantos como estrellas en el firmamento—de escritores, novelistas, juntaletras y cuentacuentos, quienes prefieren escribir bajo metodologías variopintas y de ello hay miles de documentos, webs y libros en lo ancho de internet. Y puede ser un punto de inicio, salvo que decidas lanzarte al abismo sin otra percepción de aquello que pretendes escribir, que el a ver que pasa...

En internet y en esas miles de páginas que se plagian unas a otras copiando mantras de como puede uno convertirse en escritor, encontraremos guiones y planificación que suenan a música celestial, pero tras unos días de leer y madurar, descubrimos que son un absoluto incordio infumable. Y los habrá tan puristas que dirán, «qué dice este juntaletras». Pues eso digo, que demasiado guion no lleva a otra cosa que al estancamiento.

¿Y ENTONCES POR DONDE EMPIEZO?
Mi consejo: tienes una idea, imaginas como esa idea se desarrolla y en ella aparecen personajes y situaciones, enhorabuena, ya puedes empezar a aporrear las teclas o a manuscribir en un folio. Escribe, anota, dibuja todo eso. Y una vez que veas que te apetece descubrir hacia donde te lleva esa idea, pues como ya has leído muchos libros, ya sabes de que va esto; personajes, tramas, lugares, acciones, besos, tragedias, muertes, risas, bromas, etc. En mi caso dibujo diagramas, de esos de cuadraditos y círculos con flechas, ideas lógicas —y sobre todo ilógicas— que me ayudan a conectar ideas y tramas con los personajes a los que pienso fustigar.

¿Y qué fue antes, el huevo o la gallina?
Pues no lo sé, pero vamos, no me quita el sueño. Para mi el primer paso es decidir sobre que voy a escribir. Acostumbrado a los relatos cortos, no me era difícil elegir un tema y desarrollarlo. Sencillamente digo: «voy a escribir sobre los tulipanes», y enseguida aparece ante mí los campos tan ordenaditos y limpios de Holanda, sus canales, sus hombres estirados y sobrios, sus mujeres rollizas y sonrojadas, los molinos de viento... Pues a partir de ahí decido que puerta abro y a ver hacia donde me lleva la idea de escribir sobre esos tulipanes. A veces, hay que regresar hacia atrás, para abrir otra y otra y encontrar nexos. ¿Los españoles no anduvimos por Holanda?...¡ Ostras, sí, en Flandes!... Ya tengo otra puerta... y todo eso lo escribo y lo tacho, lo anoto, lo relaciono hasta que tengo claro sobre que voy a escribir.

Y luego, dependiendo del jardín en el que me quiera meter, toca leer, documentarse, ver fotos, vídeos, películas, documentales, e incluso si he viajado a esos lugares, tirar de mi propia hemeroteca a ver que tengo que me recuerde. La mente suele ser traicionera y en esos momentos de máxima producción, de pronto nos viene el primer silencio.... No pasa nada, estamos sobrecargando el disco duro... Van a venir días mucho peores.

Y para acabar este primer tostón, comentar que hay algo en lo que sí coincido con los teóricos y afamados trainers de escritores juntaletras: Hay que escribir todos los días, aunque sea para luego tacharlo o desecharlo. Escribir es entrenar y preparando la hazaña de un libro o novela, hay que ir entrenado. Escribid todos los días, con o sin relación. Leed cosas que alimenten la idea, anotad cosas curiosas, frases que os captan y soñad un poco con letras desfilando...


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